El Estado De Las Cosas (Capítulo 21 ¿y Final?)

VEINTINUEVE

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Todd Haynes se debate entre Douglas Sirk, los Beatles, Bob Dylan, Marvin Gaye y los sonidos del silencio. Nadie como él recrea épocas pretéritas con tal detallismo y precisión, con tal convencimiento, con tal perfección. Maestro de la Historia de las pequeñas historias es un mundo aparte en el cine actual. Sigue leyendo

A Los Dos Lados Del Río

Dedicado a mi gran amigo Jesús Font.

Para Frank Serpico sólo existía la Verdad. Era un solitario caballero andante que consideraba que el mejor modo de garantizar su defensa era el honesto cumplimiento de la Ley. Para Holly y Kit no había leyes. Para John Dillinger, estrella mediática de su época, la Ley era poco más que un molesto impedimento burocrático creado para ir contra una Libertad en la que se envolvía con el mayor descaro y a la que tenía la osadía de pretender encarnar. Sigue leyendo

Invitación A La Danza Opus 15

EL GRUÑÓN SUBLIME

Salto en el tiempo. Segunda mitad del siglo XX. Un vienés nacido en Holanda se cisca tan musicalmente en una, su, Austria nacional-socialista-católica, despojo moral, tumefacto y triste, a la que odia con el más trágico y desencantado amor del mundo, que me atrapa en sus redes sin puntuación desde la primera frase. De El origen, en concreto, libro que llegó a mis manos porque, guiado por la bendita curiosidad, lo pispé del atrezzo de una película. Dios bendiga nuestros pecados cuando nos son tan necesarios. Sigue leyendo

El Rostro De La Mujer 22

24 – ENGRANDECER A LOS GIGANTES

Si yo fuese creyente sabría con certeza que la voz de Emmylou es el coro de los ángeles anunciando el Advenimiento del niño. Martin Scorsese, que cree en Dios, me lo dio a entender en El último vals (The Last Waltz, 1976), aquella memorable reunión de colosos en la más hermosa ceremonia de despedida que ha dado el rock, al hacerla surgir de la nada azul y convertir la pantalla en el paraíso al son de The Band y Evangeline. Sigue leyendo

Por Los Mundos De Sam

Vamos a hacer una parada en esa cantina, dice L.Q. Estoy sediento y me tomaría una buena cerveza. Strother bromea. Espero que Pat Garrett no te esté esperando ahí dentro.  L.Q. ríe. Yo estoy excitado. ¿Es posible que James Coburn, las manos más bonitas de Hollywood hasta que llegó la maldita artrosis, esté allí dentro? Espero que no esté manco como en Mayor Dundee (Major Dundee, 1964). Sigue leyendo

Fallecido Un 3 De Julio

¿Quién era el hermético e inescrutable Michael Cimino? ¿Es cierto todo lo que se ha contado de él? Ni lo sé ni me importa. Lo único que cuenta para mí es que con sólo tres películas edificó una obra monumental que le impuso como uno de los verdaderos gigantes del cine. Lo que vino después fueron cuatro películas falsamente anodinas, cuatro guindas agridulces coronando una tarta que, para nuestro desconsuelo, se le volvió indigesta. Sigue leyendo